Septiembre ha llegado y con él, el caos.
La ropa que llega en las maletas se amontona para lavar, hay que limpiar la casa, regar las plantas, fregar las ventanas… Y todo, mientras recuperamos las jornadas de trabajo, preparamos la vuelta al cole y mantenemos el estrés a raya.
Seguramente, regular (tirando a desastrosamente). Lo bueno es que los males compartidos parecen menos malos y todos estamos igual este mes: sobrepasados.
De ahí que la incidencia de las depresiones postvacacionales no haya hecho más que crecer en los últimos años y sean ya causa de muchas bajas laborales. Cierto que no suelen durar más que unas semanas pero no son nada agradables.
Por eso, es necesario que establezcas algunos trucos para retornar a la vida pre-verano de la mejor manera.
- Vuelve a casa unos días antes para no lanzarte instantáneamente a la rutina profesional
- Retoma poco a poco tus horarios habituales
- Haz deporte regularmente
- Planea ya tu próxima escapada corta (o un plan especial entre semana)
- Respeta tus horas de sueño y tu tiempo para readaptarte
Y, hay uno más que si no lo dicen los expertos, lo decimos nosotros: convierte tu casa en tu oasis.
Si, al volver de vacaciones lo haces a un lugar que te de paz, te evoque relajación y armonía, será mucho más fácil dejar atrás lo disfrutado.
‘Tu casa puede reemplazar al mundo pero el mundo a tu casa, jamás’
Pon orden
Nadie es plenamente feliz en un lugar desordenado. Sí, todos decimos eso de que vivimos genial en nuestro propio caos, pero es solo una excusa para no arreglarlo.
En el caso de que un pequeño duendecillo mágico te ofreciera recogerlo y limpiarlo todo con un chasquido de dedos cada noche, ¿le dirías ‘no, déjalo así, Me encanta mi caos’?
¡¡No lo creemos!!
Así que empecemos por el principio.
Lava, cuelga, recoge y coloca en los armarios toda la ropa que hayas traído de las vacaciones.
Limpia tu cuarto y pon esas sábanas fresquitas que te hacen sentir en una nube cuando te acuestas (las emociones positivas son básicas).
Haz una limpieza de todas esas cosas que guardas ‘por si acaso’ e intenta desprenderte de lo que no te gusta, no necesitas o ya no tiene sentido en tu vida.
Consigue cajas y cestas para organizar mejor los productos en el baño o la cocina.
Elimina todos los papeles que has acumulado sin sentido sobre esa mesa que ya ni ves.
Vacía la terraza, el balcón o cualquier rincón que estés usando como trastero (ver las cosas recogidas ayuda al equilibrio mental)
No cargues sol@ con la tarea, si lo hacéis en familia será más rápido y divertido
Igual que si tuvieras un duendecillo mágico, nada de irse a la cama sin ordenar (fregar los platos, preparar la mesa para el desayuno del día siguiente, despejar el suelo de ropa sucia…)
Reorganiza
Nuestros psicólogos asociados lo tienen claro: la decoración afecta a nuestro bienestar.
Un hogar con techos altos activa la sensación de libertad y despierta la imaginación. Las zonas con menos altura ayudan a concretarse, enfocarse y centrarse en los detalles.
El cerebro humano prefiere las curvas para darnos serenidad, mientras que si te decantas por muebles angulosos te mantendrás más alerta.
Los colores acallan nuestra mente o generan agresividad, dependiendo de la gama por la que nos decantemos.
Tener plantas influye en nuestro bienestar emocional y los espacios bien iluminados reducen los trastornos depresivos.
¡Casi nada!
Pero si a todo esto le sumamos el cambio, la receta puede transformar nuestra casa en un paraíso terrenal.
Nuevos cojines, un tapizado para el sofá o, simplemente, cambiar de lugar esa mesa que no nos convence, pueden lograr un efecto tan positivo que desplace cualquier tristeza por la vuelta de vacaciones.
Pinta
Quizás en Mayo te pareció buena idea llevar a cabo una explosión de color en tu casa, con el cambio de armario. Pero no hay quién soporte esa vitalidad 12 meses.
Por eso, es momento de pintar de nuevo y hacerlo con tonos que te ayuden a afrontar que el otoño ya está casi aquí.
¿Cuáles son?
Desde los terracotas, los rosas empolvados y los azules claros hasta el gris.
El blanco es un color que da luminosidad pero para muchas personas resulta demasiado intenso, por eso el beige puede ser más interesante. Aporta paz y suele combinar con casi cualquier estilo de decoración.
Otro de los colores a los que deberías hacer hueco en tus paredes es el verde. Es un color que siempre relacionamos a la relajación y la paz de la naturaleza, pero es que además aporta profundidad a tus estancias. Eso sí, opta por aplicarlo en su tono más claro o en una sola pared.
Si te has cansado de los más típicos, los tonos mostaza serán tu apuesta ganadora. Cargados de energía y positividad en sus tonalidades más potentes, tienen efecto relax cuando rebajamos intensidad.
Azul clarito y rosa pastel no son colores de bebés. O sí, pero no son el único lugar donde deberían estar!! El primero es mágico en el control de la ansiedad, el segundo en un dormitorio es de los tonos que más paz aporta al cerebro.
De los pastel a los tierra, los recomendamos para salones o espacios exteriores unidos a plantas naturales, para evocar un jardín maravilloso.
No olvides los detalles
Paredes pintadas, casa ordenada, muebles reubicados, ¿qué falta?
¡¡Los detalles!! Esos que, realmente hacen de una casa un hogar y que no debes olvidar porque aportan bienestar y sensación de pertenencia.
Verde que te quiero verde
Tu casa necesita plantas y mejor si son naturales. Limpian el ambiente, aportan frescura, son positivas para la salud mental y quedan estupendamente en cualquier estancia!
Si además de verde, optas por plantas con floración el efecto óptico será aún más llamativo y bonito.
Luz y aire fresco
Aprovechar la cantidad de luz solar que llega a tu casa (sea mucha o poca) pasa por abrir las cortinas y las persianas durante las horas en las que lo reciba.
El sol aporta a nuestro cuerpo vitamina D y E y lo necesitamos para tener una vida saludable, además el ambiente de tu casa necesita regenerarse así que no te olvides de ventilar al menos 10 minutos al día.
Cuando el sol se oculte, las lámparas harán su trabajo, pero para eso tendrás que haber elegido bien la luz artificial de tus estancias. Opta por leds cálidos y luces indirectas.
Con todos los sentidos
Para terminar, te dejamos algunos tips extra que te ayudarán a que vuelvas a casa con ganas de descansar, relajarte, disfrutar y vivir!!
- Rodéate de recuerdos positivos (fotos, objetos de tus viajes,..)
- Decántate por texturas acogedoras, suaves y mullidas.
- Dale a tu olfato aromas deliciosos como la bergamota, el ciprés o la lavanda.
- Permite el aire en tus estancias no sobrecargándolas con muebles enormes, millones de cojines, ni kilos de decoraciones.
- Opta por las fibras vegetales en tus alfombras y mobiliario.
- Relaja la sensación de agobio colocando fotos o plantas en medio de los libros de tus estanterías.
- Hazte con piezas de artesanía (ya sea cristal, cerámica o madera) que le den tu toque a la casa.
- Aísla con alfombras pero hazlo con las que den vistosidad, comodidad y belleza a tus habitaciones.
- Crea juegos de espejos para aportar amplitud, luminosidad y profundidad a todo tu hogar.
Como decía Hicks, ‘Las mejores habitaciones son las que tienen algo que decir de la gente que vive en ellas’, así que…
¡Cuenta tu historia!